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El 1º día de viaje : Yokohama-Narita-Seattle-Miami
Metí ropas y regalos entre otros en mi mochila para mis amigos y así quedó todo preparado
para viajar. Mi partida para Santa fe de Bogotá estaba programada para hoy al medio día. Tomé el
tren super-expreso de las 12:30 en Yokohama con dirección al aeropuerto ya que la agencia de
viajes me dijo que debería estar allí a las 14:30 para chequear mi boleto de avión en el counter de
una aerolínea.
Cuando llegue al aeropuerto ya eran las 14:40, tenía 10 minutos de retraso y no había nadie en
el counter. Entonces le pregunté a una muchacha que estaba parada allí al lado desde hacía un rato,
¿si había visto a alguien o no? y ella me contestó que ¡no! Yo me quedé un poco preocupado por
esto y llamé a la agencia de viajes para quejarme. Pero como respuesta sólo me dijeron que
esperara hasta las 3 de la tarde, sin embargo la encargada no apareció, sino hasta las 15:30. ¡Que
agencia tan mala! pensé. Pero después de todo pude subir en un avión para Seattle.
El aeropuerto de Seattle |
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El avión estaba lleno y muchos japoneses iban de viaje. A mi lado se sentaron tres muchachos que tenían el pelo trenzado
como Bob Marley y pensé que ellos viajarían a Jamaica luego fue como yo imaginé, ellos viajaban a
Jamaica. Al otro lado estaba un señor que iba a Miami por asunto de negocios, pero él me dijo
que; en verdad era prácticamente vacaciones. Él había comprado un boleto con descuento pero
pidió factura de precio real para entregárselo a su jefe, entonces yo me dije a mi mismo "es que él
viaja a Miami y además gana dinero ¡uh qué suerte!" Y le dije en son de broma que eso era un
delito y que si no quiere que le diga a su jefe, me diera algo, pero él sólo dio una carcajada. El
avión tardó 10 horas pero finalmente llegamos a Seattle.
Llegamos a Seattle y debimos de ir al control de entrada de los EE.UU. La encargada del
control al saber que yo iría a Colombia, me habló en español diciendo que antes había estudiado
español en México, luego me preguntó que "¿qué clase de trabajo tiene?", pero yo no entendí el
significado de la palabra "clase". Entonces pregunté y ella sólo sonrió y me dejó pasar muy
amablemente. Esta vez tomé el avión para Miami que tardó cinco horas desde Seattle. Yo estaba
tan cansado que no tenía ánimos para buscar un hotel barato, por lo cual me quedé en un hotel
dentro del aeropuerto que a pesar de la temporada baja me costó casi 100 dolares. Pero
naturalmente la habitación era muy cómoda y me quedé dormido hasta la mañana siguiente.
El 2º día de viaje : Miami-Bogotá
zona sur de Bogotá |
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Partí a las 8:40 y 3 horas después llegué al aeropuerto de Bogotá sin ninguna novedad, aunque el avión llevaba un retraso de media hora. Pase inmigración y la aduana, y en seguida me fui a la sala de espera al encuentro de mi amigo Manuel. Él había cambiado mucho desde cuando le vi anteriormente, 5 años atrás. Me estaba esperando con su hermana Claudia, quien se había puesto más bonita. Salimos del aeropuerto y tomamos un taxi para ir a su casa donde encontré a su madre María que tiene una papelería. Después de un almuerzo ligero fuimos a la escuela de los hermanos de Manuel para recogerlos . En la escuela pude ver a su hermana Adriana y su hermano Pedro. Por la noche regresaron de sus oficinas su hermano mayor José y Verónica, la esposa de éste, y su padre Carlos. Saludé a todos y me quedé en casa de José que está muy cerca de la casa de sus padres.
El 3º día de viaje : Bogotá
locomotora de vapor |
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Me desperté a las 8 de la mañana, luego Verónica y yo fuimos de compras para preparar el
desayuno. Después de desayunar nos pusimos a escuchar música y bailar; yo bailé con Verónica.
Por la tarde María, Manuel, Claudia y Rosario, el hijo menor Paquito y yo salimos con dirección a
la estación de Bogotá donde Carlos trabaja y pudimos subir a la cabina del conductor de
locomotora, fue muy interesante, concluyendo con esta pequeña expedición fuimos a almorzar
todos juntos en un restaurante en el centro de la ciudad de Bogotá. Al llegar la tarde Claudia,
Manuel y yo fuimos de paseo al centro de Bogotá había mucha gente, muchas tiendas y como
siempre había muchos soldados armados con fusiles automáticos. Mientras caminaba me sentía
nervioso porque llevaba mucho dinero conmigo, fuimos pues a algunas tiendas de Obras de Arte y a
una exposición de libros. Esta exposición de libros era muy grande, pues se llevaba a cabo en cinco
o seis edificios y todos estos estaban llenos de gente y libros. Claudia estudiaba contabilidad e
informática por lo tanto buscamos libros sobre estas ramas pero finalmente no encontramos nada.
El 4º día de viaje : Bogotá
taberna |
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José, Verónica y yo fuimos a un supermercado donde José trabaja como guardia de seguridad. Este
centro comercial era muy amplio y limpio y como era domingo por la tarde había mucha gente. En
el ultimo piso había un pequeño parque de juegos mecánicos, a donde fuimos y decidimos subir al
Tiovivio y la Montaña Rusa. Por la noche fuimos a la fiesta de cumpleaños de un amigo de José,
pero se suspendió. Así que en vez de la fiesta fuimos a una taberna. Para mi fue la primera vez que
iba a una. Verónica me ensenó a bailar muy cordialmente. Yo por mi parte estaba muy contento.
No sólo porque ella tiene buen cuerpo sino también porque baila muy bien. Por momentos ella
bailaba con José para mostrarme como hacerlo y yo sentía mucha envidia por lo bien que ellos
bailaban, saliendo de la taberna fuimos a comer pollo. Esa noche todos fueron muy amables
conmigo y yo me sentí muy feliz.
El 5º día de viaje : Bogotá-Nemocón-Bogotá
en Nemocón |
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Este día, hubo un tren a vapor de turistas de Bogotá, pude tomarla gracias a la invitación del padre
de Manuel quien trabaja en el ferrocarril colombiano. El tren era lento y se sacudía bastante pues
demoró 5 horas para llegar a su destino. Durante el trayecto había un grupo musical que ejecutaba
música colombiana, todos los pasajeros incluyendome a mi mismo bailábamos y bebíamos con mis
amigas al compas de la música. El destino que se llama Nemocón ubicado a 50 kilómetros de
Bogotá. En Nemocón hay unas minas de sal a las cuales quería visitar pero no pude porque estaban
cerradas. Nemocón me gustó bastante porque es un pueblo bonito y tranquilo. Almorzamos,
montamos a caballo, juguemos al fútbol, etc. En el camino de regreso, un integrante del grupo se me
aproximó cuando estaba bailando en el tren y me presentó ante los demás pasajeros y además me
dio de beber un botellín de aguardiente el cual lo tome de un solo golpe tal y cual se acostumbra a
hacer en el Japón pero en realidad debería haberlo tomado poco a poco porque era muy fuerte.
Esto ocasionó que yo perdiese el conocimiento hasta llegar a Bogotá, luego Manuel me relató que el
señor me dijo que "tome un trago de aguardiente".
El 6º día de viaje : Bogotá-Ibagué
La ciudad musical, Ibagué |
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Salirnos hacia Ibagué, provincia de Tolima, en donde vive Claudia con su amiga. Para llegar
hasta aquí vía autobús. Nos llevó 5 horas desde Bogotá, donde era temporada de lluvias y por lo
cual casi todos los días estaba nublado pero por el contrario en Ibagué siempre estaba soleado y
hacía calor. Al llegar a su casa, su amiga Patricia y la dueña de casa Isabel nos prepararon almuerzo
y comimos. Después Claudia, Patricia y yo visitamos a sus amigos, en el trayecto mientras
caminábamos cogimos frutas que colgaban de los árboles para comer. En esos momentos pensé
Tolima es una ciudad agradable para vivir.
Fuimos a la casa donde ellas habían vivido antes, el jardín de infancia donde Patricia trabajó y
la casa de su tío Enrique. Enrique y su esposa son muy simpáticos. Charlamos y bebimos mucho,
además yo me emborraché otra vez. Tanto que a la hora de volver a casa yo no pude caminar y así
pasaron como 4 horas en la casa de Enrique. A las 9, tomé un vaso de limonada para curar la
borrachera y luego regresamos. Yo me dormí tan pronto como llegamos a la casa.
El 7º día de viaje : Ibagué
El panorama de Ibagué |
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Hoy día vino de visita a la casa de Isabel, Diego, el amigo de Claudia. Patricia, Claudia, Diego
y yo salimos de paseo al centro de Ibagué. Primero fuimos a la cima de una colina desde donde se
podía observar toda la ciudad y algunas otras bellas montañas y en la parte más alta de la cima
había una cruz. Después fuimos al centro de Ibagué. Aquí todo estaba animado, había mucha gente
pero no era tan desordenada como Bogotá. Nos tomamos unas vistas en el foto estudio.
Luego caminamos por el mercado, fuimos también a un parque bien grande que contaba con piscinas,
campos de fútbol, canchas de tenis, etc. Un hombre muy amablemente nos guió y nos dio
explicaciones minuciosas sobre todo en este lugar. Había unas pistas cuyos nombres no recuerdo,
una de ellas era de un juego que consistía en lanzar una bola de hierro a un blanco desde una
Parque Centenario |
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distancia de más o menos 20 metros. Yo lo intenté una vez pero no conseguí dar en el blanco. Lo
intenté varias veces acercandome cada vez más al blanco pero todo era inútil hasta que sin darme
cuenta estaba a un metro del blanco. Esta vez arrojé la bola con mucho éxito dio justo en el objetivo
pero para mi sorpresa el blanco tenía pólvora. Estalló muy ruidosamente, como consecuencia de
esto tuve dolor de oídos alrededor de una hora.
Consecuentemente volvimos al centro en busca de artículos hechos en Colombia para traer
como regalos para mis amigos en el Japón pero fue muy difícil encontrarlos. Habían solamente
productos de la China, Malasia, los Estados Unidos, México, Japón, etc. A duras penas pudimos
encontrar una camiseta de futbol de un equipo de Colombia.
Al retornar a casa no pudimos entrar porque Isabel había salido dejando la casa cerrada con
llave. Por lo tanto tuvimos que esperar mientras tanto nos pusimos a charlar, en esos momentos yo
sentía mucha más confianza ante ellas. Finalmente Isabel volvió, y después de la cena, bailamos y
jugamos a los naipes hasta que llegó la hora de dormir. Fue una noche muy agradable.
El 8º día de viaje : Ibagué-Bogotá
Este día, tenía que volver a Bogotá porque al día siguiente tenía que tomar el avión de regreso
al Japón. Patricia y Diego fueron al terminal de autobús para despedirnos hasta Bogotá. Cuando
salimos de Ibagué, los ojos de Patricia estaban llenos de lágrimas. Al verla, a mi también se me
cayeron las lágrimas.
Claudia y yo salimos del terminal después de 5 horas llegamos a la casa de Bogotá. En seguida
fuimos al centro para comprar algunos regalos. Finalmente compré tres muñequitas y diez artículos
en miniatura de plato típico colombiano. Y por la noche, todos reunidos charlamos mucho sobre la
vida. Y a las 10 me acosté porque el avión tenía que salir muy temprano.
El 9º, 10º y 11º día de viaje : Bogotá-Narita
Tenía que llegar al aeropuerto a las 6 de la mañana porque el vuelo estaba programado para
las 9. María, José, Rosario y Manuel se levantaron a las 4 para acompañarme al aeropuerto. Antes
de salir, me duché y desayunamos. El control de aduanas en el aeropuerto fue muy estricto pero
pasé sin problemas. El momento de despedirme llegó pero yo no estaba triste porque yo sabía que
volvería a Colombia otra vez de todas maneras. Mi corazón decía gracias a todos. El vuelo
despegó a la hora fijada.
En el avión yo casi siempre estaba dormido sin tomar los alimentos porque estaba muy
cansado. A las 3 de la tarde del día 7 llegó a Tokio por Miami, Dalas y San José. Me quedó un
buen recuerdo y una buena fatiga. Y sobre todo, sentí que estaba sumamente agradecido a todos.
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